En muchos casos, los cálculos renales pequeños pueden desaparecer por sí solos y no requieren ningún tratamiento.

Si puedes controlar tu dolor con medicamentos de venta libre y no tienes ningún signo de infección o síntomas graves como náuseas o vómitos, es posible que no necesites tratamiento.

Sin embargo, si experimentas alguno de los siguientes síntomas, debes buscar atención médica inmediata:

  • Sangre en la orina
  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Orina turbia o con mal olor
  • Vómitos
  • Dolor intenso en la espalda o el costado
  • Dolor o ardor al orinar
  • Dificultad para orinar

Conoce más: Tratamientos médicos para los cálculos renales

Si no puedes ver a tu médico, debes acudir a la unidad de emergencias de tu clínica u hospital para recibir tratamiento.

Si tienes cálculos renales recurrentes, debes hablar con tu doctor, incluso si tus síntomas desaparecen sin tratamiento.

Tu médico puede ayudarte a desarrollar un plan para prevenir la formación de cálculos renales y protegerte contra complicaciones a largo plazo.

Aunque los cálculos renales pueden ser un problema doloroso y frustrante, existen varias opciones de tratamiento diferentes disponibles.

De hecho, existen muchos medicamentos y procedimientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y promover la eliminación de los cálculos.

Además, mantenerte bien hidratado(a) y hacer cambios en tu dieta puede prevenir la formación de cálculos renales a largo plazo.

 

Fuente: Healthline