La glomerulonefritis es un daño a los filtros diminutos que se encuentran dentro de los riñones (llamados glomérulos). Generalmente es causada por el ataque del sistema inmunitario al tejido corporal sano.

Si la glomerulonefritis es leve, no suele causar síntomas perceptibles. Es más probable que se diagnostique cuando se realizan análisis de sangre u orina por otra causa.

Aunque los casos leves de glomerulonefritis se pueden tratar de forma eficaz, en algunas personas la condición puede provocar problemas renales a largo plazo.

Si padeces una glomerulonefritis grave, tu orina puede ser de color oscuro debido a que contiene sangre. No obstante, es posible que la sangre en tu orina solo se note al analizar una muestra.

Tu orina también puede ser espumosa si contiene una gran cantidad de proteínas.

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Asimismo, si se filtra mucha proteína en la orina, puede desarrollarse hinchazón en las piernas u otras partes del cuerpo, lo que se conoce como síndrome nefrótico.

Dependiendo de la causa de la glomerulonefritis, otras partes del cuerpo pueden verse afectadas manifestando síntomas como:

  • Erupciones cutáneas
  • Dolor en las articulaciones
  • Dolor de estómago
  • Fiebre elevada
  • Dificultad para respirar
  • Coloración amarillenta de la parte blanca de los ojos o de la piel, aunque esto puede ser menos notorio en pieles morenas o negras (ictericia)
  • Orinar mucho menos de lo habitual
  • Cansancio
  • Pérdida de apetito y pérdida de peso

Algunas personas con glomerulonefritis también tienen presión arterial alta.

Si tienes más dudas sobre la afección, consulta a tu médico.

 

Fuente: NHS