Los riñones desempeñan un papel fundamental en la eliminación de toxinas y el equilibrio de los líquidos en el cuerpo. Para que funcionen correctamente, es esencial mantener una hidratación adecuada. La falta de agua puede afectar su capacidad de filtrado, aumentando el riesgo de problemas como cálculos renales e infecciones urinarias.

¿Por qué es clave la hidratación para los riñones?

1. Favorece la eliminación de toxinas. Los riñones filtran la sangre y eliminan desechos a través de la orina. Cuando hay suficiente agua en el organismo, este proceso se vuelve más eficiente y se previenen acumulaciones dañinas de sustancias como la urea y el sodio.

2. Previene la formación de cálculos renales. La deshidratación puede favorecer la cristalización de minerales en la orina, lo que puede dar lugar a la formación de cálculos renales. Beber suficiente agua diluye estas sustancias y reduce el riesgo de que se acumulen.

3. Reduce el riesgo de infecciones urinarias. Un bajo consumo de líquidos puede hacer que la orina se concentre y permanezca más tiempo en la vejiga, lo que favorece el crecimiento de bacterias y aumenta la probabilidad de infecciones urinarias, que pueden afectar a los riñones.

4. Regula la presión arterial. La hidratación adecuada contribuye al equilibrio de electrolitos y ayuda a mantener la presión arterial estable. Cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, los riñones pueden retener sodio, lo que puede aumentar la presión arterial y afectar la función renal.

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¿Cuánta agua se debe consumir?

No hay una cantidad exacta para todos, pero se recomienda un consumo de entre 1.5 y 2 litros de agua al día. Esta cantidad puede variar según la edad, nivel de actividad física, clima y condiciones de salud.

Mantenerse bien hidratado es una de las formas más sencillas y efectivas de cuidar la salud renal. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a los riñones a realizar sus funciones correctamente y a prevenir problemas como cálculos e infecciones urinarias.

 

Fuente: National Kidney Foundation