La incontinencia urinaria suele ser un efecto secundario del envejecimiento, razón por la cual es tan común entre las mujeres de 50 años o más. La afección también es muy común entre las mujeres embarazadas debido al aumento de presión sobre la vejiga.
Para las pacientes mayores, los medicamentos pueden causar algunos efectos secundarios negativos, como sequedad de boca y estreñimiento, y efectos secundarios más graves, como pérdida de memoria y confusión. Los procedimientos ambulatorios, como las inyecciones uretrales o las inyecciones de Botox en la vejiga, pueden ser más apropiados para estas pacientes.
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Los uroginecólogos también pueden realizar procedimientos tipo quirófano, como cabestrillos en la parte media de la uretra y estimulación del nervio sacro:
- Los cabestrillos mediouretrales se consideran el tratamiento de referencia para la incontinencia urinaria y la vejiga hiperactiva. Este procedimiento mínimamente invasivo consiste en colocar un cabestrillo sintético permanente debajo de la uretra para brindar más resistencia o presión para mantenerla cerrada.
- La estimulación del nervio sacro implanta un dispositivo similar a un marcapasos en la espalda de la paciente con un cable que se conecta a las terminaciones nerviosas cerca de la médula espinal que controlan la vejiga y los intestinos. El procedimiento dura unos 30 minutos y utiliza rayos X para colocar el dispositivo. La batería es recargable y compatible con toma de estudios por resonancia magnética, además de que dura 20 años. Lo anterior significa que esta opción de tratamiento suele ser una solución de tipo «configúralo y olvídate», la cual reentrena completamente la forma en la que funcionan la vejiga y los intestinos.
Fuente: Health Day
