Las rodillas valgas o piernas en X (Genu valgum) implican una afección en la cual las rodillas se tocan, pero no así los tobillos. Las piernas forman un ángulo hacia adentro.
Causas
Los bebés nacen con piernas arqueadas debido a que se mantienen en una posición doblada al interior del útero. Las piernas arqueadas del bebé comienzan a enderezarse una vez que el niño comienza a caminar (entre los 12 y 18 meses). Cuando se acercan a los 3 años, estos niños desarrollan rodillas valgas o piernas en X. Si el niño se pone de pie, las rodillas se tocan, pero los tobillos se hallan separados.
Hacia la pubertad, las piernas se enderezan y la mayoría de los niños pueden mantenerse de pie con las rodillas y los tobillos tocándose (sin forzar la posición).
Las rodillas valgas también se desarrollan como resultado de problemas médicos o enfermedades, entre los que figuran:
- Lesión de la tibia (sólo una pierna tendrá rodilla valga).
- Osteomielitis (infección del hueso).
- Sobrepeso u obesidad.
- Raquitismo (enfermedad causada por falta de vitamina D).
Pruebas y exámenes
Un proveedor de atención médica examinará a tu hijo. Si la evaluación del médico y la revisión de la historia clínica del niño indican una causa específica para las rodillas valgas distinta al desarrollo normal, el especialista pedirá que se le realicen los estudios apropiados.
Los exámenes suelen ser aplicados por un ortopedista pediátrico, e incluyen una cuidadosa exploración física de las extremidades y de la habilidad del niño durante la marcha. El médico realiza una evaluación del ángulo que forman las rodillas y del eje de carga entre la cadera y el tobillo, el cual debe estar comprendido en la rodilla (normal) y no externo a ella.
Asimismo, se valora si el trastorno es simétrico (normal – sin causa patológica) o asimétrico (anormal – con causa patológica); y si el choque de rodillas produce una marcha alterada, especialmente durante la carrera.
En ocasiones es preciso realizar algún estudio radiológico para confirmar la normalidad y descartar la patología. Deben descartarse enfermedades metabólicas que dan lugar a trastornos en la osificación, secuelas de fracturas de tibia (particularmente cerca de la rodilla) y displasias esqueléticas.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, las rodillas valgas no se tratan. La observación clínica periódica es lo más adecuado si el médico ha descartado otras enfermedades.
El patrón angular de las extremidades inferiores de los niños varía durante el crecimiento, y la evolución normal tiende a la disminución paulatina del choque de rodillas.
Cuando la rodilla valga es asimétrica puede ser efectivo colocar una rodillera larga de contención.
La colocación de otro tipo de aparatos ortopédicos en extremidades (muchas veces indicados para dormir) no han demostrado efectividad en la rodilla valga fisiológica.
Se puede contemplar la posibilidad de una cirugía para los casos graves de rodillas valgas y que persisten más allá del final de la infancia.
Pronóstico
Los niños normalmente superan las rodillas valgas con la edad y sin tratamiento, a menos que el trastorno sea causado por una enfermedad.
Si se requiere cirugía, los resultados a menudo son satisfactorios.
Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
- Dificultad al caminar (rara vez).
- Cambios en la autoestima por la apariencia estética de las rodillas valgas.
- Sin tratamiento, las rodillas valgas pueden llevar a artritis temprana en dicha articulación.
Hasta el momento, no se conoce ningún método preventivo para las rodillas valgas normales.
Consulta al médico si sospechas que tu hijo o hija padece rodillas valgas.
Vía: National Library of Medicine, traumatologiainfantil.com