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Los entrenamientos o rutinas cognitivas combinan ejercicio aeróbico con desafíos cerebrales básicos, dos excelentes maneras de mantener la mente alerta. Además de guiarte a través de una clase de acondicionamiento físico, tu instructor también puede guiarte a través de juegos mentales verbales que debes responder mientras haces ejercicio. Por ejemplo, es posible que te pidan contar hacia atrás de dos en dos, que digas el nombre del presidente en un año determinado o que recuerdes tres números que tendrás que recitar más tarde.

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Sin embargo, pese a lo atractivo e innovador que suena este tipo de entrenamiento físico, posee pros y contras que debes tomar en cuenta. Te los mencionamos a continuación cortesía de un experto en la materia:

-Ventajas: «Los entrenamientos cognitivos plantean desafíos de ‘tarea dual’ para el cerebro, el cual tiene que asignar recursos tanto a la actividad física como a la tarea cognitiva. Esto involucra los lóbulos frontales, una parte importante del cerebro para la toma de decisiones, el control de los impulsos, la planificación y otras funciones ejecutivas», así lo señala el doctor Alvaro Pascual-Leone, científico del Arthur and Hinda Marcus Institute afiliado al centro de rehabilitación Hebrew SeniorLife de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

-Desventajas: Según el especialista, estas clases son tan nuevas que suelen ser difíciles de encontrar, ya sea presencialmente o incluso en línea, pero están empezando a utilizarse en diversos clubes deportivos y de salud. Pregunta en tu gimnasio (si acudes a uno) si ofrece clases de acondicionamiento físico que incorporen desafíos cognitivos o juegos mentales, y realiza una búsqueda exhaustiva en Internet.

 

Vía: Harvard Medical School