Cualquier cosa que produzca una abertura para que las bacterias entren en uno de tus dientes o en sus tejidos circundantes puede provocar una infección en los dientes, así lo indica la Clínica Cleveland, en Estados Unidos.
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Las principales causas de este tipo de infección incluyen las siguientes:
- Caries dental severa: Una caries es la destrucción de las superficies duras del diente. Esta se presenta cuando las bacterias descomponen los azúcares en los alimentos y bebidas, creando un ácido que ataca el esmalte.
- Dientes rotos, astillados o agrietados: las bacterias pueden filtrarse en cualquier abertura de un diente y propagarse hacia la pulpa.
- Enfermedad de las encías (periodontitis): La enfermedad de las encías es una infección e inflamación de los tejidos alrededor de los dientes. Conforme avanza la citada enfermedad, las bacterias logran acceder a los tejidos más profundos.
- Lesión en el diente: un traumatismo en un diente puede dañar la pulpa interna incluso si no existe una grieta visible. Dicha lesión te hace susceptible a la infección.
RECUERDA: Si no recibe tratamiento, una infección dental puede extenderse a la mandíbula, los tejidos blandos de la cara y el cuello, incluso más lejos. En casos muy raros, la infección puede viajar hasta el corazón (endocarditis) y el cerebro (meningitis bacteriana).
Fuente: Cleveland Clinic
