Un tratamiento de conducto (mejor conocido como endodoncia) es un procedimiento para limpiar el tejido de los conductos radiculares del diente. Dicho procedimiento lo realiza un dentista general o un endodoncista.

Un material esponjoso llamado pulpa, que contiene el nervio, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo del diente, reside dentro de las raíces de los dientes. La pulpa puede infectarse e inflamarse por diversas razones. Si no se trata, el diente puede experimentar dolor extremo y la infección puede extenderse hacia los huesos que sostienen los dientes, lo cual constituye un problema grave.

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Por lo general, necesitarás un tratamiento de conducto si tienes un diente infectado. Una infección dental puede ocurrir si las bacterias penetran en la pulpa del diente desde una caries profunda, un empaste antiguo que ha fallado o una grieta o lesión en el diente. Las señales de un problema incluyen:

  1. Dolor al masticar o morder
  2. Encías sensibles, inflamadas u oscuras
  3. Pequeños granitos en las encías
  4. Sensibilidad persistente a alimentos y bebidas calientes o fríos, incluso después de que se haya eliminado la estimulación. En ocasiones, es posible que no presentes ningún síntoma, pero una radiografía mostrará una caries profunda o una infección en la raíz o raíces.

 

Fuente: Harvard Medical School