Cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental al menos una vez al día puede ayudar a revertir y prevenir la gingivitis. Los expertos recomiendan cepillarse frente a un espejo en un baño bien iluminado. También sugieren retraer los labios para mirarse en el espejo y ver si hay placa en la línea de las encías, o palpar con la lengua después del cepillado para buscar zonas con placa áspera. Si detectas placa restante, inclina el cepillo de dientes para alcanzar mejor esas zonas. Si te saltas repetidamente ciertas zonas, prueba cambiar el cabezal del cepillo. Con frecuencia, un cabezal más pequeño puede llegar mejor a las zonas difíciles de alcanzar.

Tu dentista también puede recomendar pastas dentales o enjuagues bucales antiplaca o antisarro.

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Conforme las personas envejecen, pueden perder cierta destreza, lo que a su vez puede afectar la calidad del cepillado, por lo que los adultos mayores en particular (y sus cuidadores) deben prestar atención a las buenas técnicas de cepillado.

Los odontólogos afirman que los enjuagues o pastillas antiplaca, disponibles sin receta, se adhieren a la placa y le dan un color brillante, lo que ayuda a identificar las zonas donde se acumula y dónde es especialmente necesario el cepillado.

La mayoría de las personas eliminan eficazmente la placa de las superficies lisas o de masticación de los dientes, pero es necesario prestar atención a otras zonas donde se adhiere, como la línea de las encías o entre los dientes, para evitar la gingivitis.

 

Fuente: Harvard Medical School