El dolor de mandíbula puede ser repentino y agudo, o una sensibilidad crónica que aumenta de forma gradual con el tiempo.

El dolor de mandíbula sordo y crónico suele venir de un problema con la articulación temporomandibular, donde el hueso de la mandíbula se une al cráneo a ambos lados de la cabeza. El problema relacionado con esta articulación se llama trastorno temporomandibular o TMD, por sus siglas en inglés.

Según los especialistas, puedes sufrir TMD a causa de una lesión como una dislocación de la articulación o por problemas relacionados con los músculos, el estrés, la artritis e incluso comportamientos de los que ni siquiera estás consciente. Tal vez rechines los dientes por la noche, masques chicle o muerdas un bolígrafo.

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Cabe señalar que debes estar especialmente alerta ante un dolor que afecte repentinamente el cuello y la mandíbula inferior. Esto puede ser una forma del dolor conocido como angina, que es causado por el estrechamiento de las arterias cardíacas, o incluso podría ser un síntoma de un ataque cardíaco. El dolor de mandíbula relacionado con el corazón puede presentarse sin los síntomas más comunes de un ataque al corazón, como dolor en el pecho y dificultad para respirar.

Entonces, un dolor repentino en el cuello y la mandíbula inferior puede ser señal de una emergencia. Llama al 911 o a tu número de emergencias local, sobre todo si tienes problemas cardíacos conocidos.

 

Fuente: Harvard Medical School