Si eres mamá o papá, sabes bien lo que les sucede a los niños pequeños cuando no duermen lo suficiente: irritabilidad, rabietas, tonterías y todo lo demás.
Las horas de la siesta pueden preservar la cordura de ambas partes, pero si a tu niño pequeño no le gusta dormir por la noche, también puede resistirse a dormir durante el día.
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Los métodos y rutinas típicos pueden funcionar en cualquier momento del día, pero aquí te dejamos algunos consejos adicionales para entrenar el sueño de tu hijo(a):
- Planifica una actividad energética un poco antes de la hora de la siesta. Tu niño(a) estará tan cansado que se desmayará después de almorzar. Mantener esta rutina y las siestas después del almuerzo se convertirán en una segunda naturaleza.
- Programa horas de siesta a la misma hora todos los días. Nuevamente, se trata de consistencia y un horario predecible. Si tu niño pequeño duerme la siesta durante la semana en una guardería o preescolar, trata de mantenerlo en el mismo horario de siesta durante el fin de semana en casa.
- Programa las siestas más temprano durante la tarde. Si tu niño pequeño duerme la siesta a última hora de la tarde, es posible que no tenga sueño a la hora de acostarse.
- Una vez que tu hijo(a) comience a dormir de 11 a 12 horas por la noche, es posible que ya no necesite la siesta. Renunciar a su descanso del mediodía puede ser difícil, pero la recompensa puede ser acostarse más fácilmente por la noche. También puedes cambiar la hora de la siesta a un momento de tranquilidad, lo que permitirá que tu niño pequeño y tú se recarguen.
Fuente: Healthline