Si tu hijo(a) tiene que someterse a una cirugía, por menor que sea, sin duda estarás nervioso(a). Por ello, aquí dejamos algunos consejos para mamá y papá sobre cómo deben prepararse para la cirugía de su niña o niño, cortesía del doctor Thomas Steineke, neurocirujano y presidente del Instituto de Neurociencia del Centro Médico de la Universidad JFK, quien trabaja tanto con adultos como con niños.
1. Desarrolla una relación con el cirujano y el equipo médico de tu hijo
«Es fundamental tener una relación de confianza con el cirujano y el equipo médico. Deja que te guíen a través del proceso, porque cuanto más comprendas lo que va a suceder, más cómodo(a) te sentirás», indica Steineke.
Para construir esa relación de confianza, ponte en contacto con el cirujano de tu hijo y el equipo médico para hablar sobre tus preocupaciones y hacer preguntas. También es apropiado compartir tus ansiedades.
2. Edúcate tu mismo(a)
Además de depender del cirujano y el equipo médico de tu hijo para obtener información sobre la cirugía, puedes consultar fuentes confiables para obtener más información. Las asociaciones médicas profesionales suelen ofrecer información detallada para pacientes y familias sobre procedimientos específicos en sus sitios web.
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3. Busca apoyo
Pídele a tus amigos y familiares que te ayuden mientras cuidas a tu hijo en el hospital y cuando todos regresen a casa después de la cirugía. Habla con su cirujano o con el equipo médico respecto a los servicios sociales disponibles en el hospital o en la comunidad, como servicios de entrega de alimentos o comestibles, servicios de cuidado infantil si tiene otros niños en el hogar y servicios de transporte.
Es posible que el cirujano o alguien del equipo médico pueda conectarte con otras familias cuyos hijos se sometieron a la misma cirugía. Pueden compartir sus experiencias contigo y responder tus preguntas sobre lo que sucederá desde la perspectiva de alguien que ha estado en tu lugar.
4. Practica el cuidado personal
Es fácil dejarte atrapar por el cuidado de tu hijo y, por supuesto, estás tratando de hacer que todo funcione para todos. Pero también es importante que te cuides. «Creo que los padres no deben perderse de vista», enfatiza Steineke.
Haz un esfuerzo por dormir lo suficiente, comer alimentos nutritivos y hacer uso de herramientas como el yoga, la atención plena, el ejercicio, escuchar música u otras técnicas para reducir el estrés y la ansiedad que te funcionen bien.
Fuente: Hackensack Meridian Health