Tus pies van sufriendo una serie de cambios a medida que envejeces. Tal vez te has dado cuenta que, mientras más pasan los años, la talla de tus zapatos aumenta, comienzas a experimentar más dolor al caminar o ya no puedes usar cómodamente cierto tipo de calzado.
Y aunque los pies no cambian de tamaño necesariamente, sí pueden ensancharse, pues comienzan a sufrir cambios en su elasticidad de la misma forma que lo hacen otras partes del cuerpo. Esto porque el tejido se vuelve menos tenso, lo que aumenta la anchura y la flacidez de los arcos.
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Con base en lo anterior, a continuación te mencionamos algunos de los principales cambios en los pies relacionados con la edad:
- Los pies tienden a extenderse o ensancharse, lo que posiblemente haga que cambie la talla de tu zapato. Mide tus pies cada vez que compres zapatos. No asumas que la talla de tu calzado no ha cambiado.
- Las plantas de los pies pierden las almohadillas grasas (especialmente la almohadilla del talón) que amortiguan los pies.
- La piel se vuelve más delgada y menos elástica y puede lesionarse o infectarse más fácilmente.
- Los ligamentos y los tendones pierden su capacidad de estirarse normalmente (elasticidad).
- Las uñas tienden a volverse gruesas y quebradizas.
RECUERDA: Las condiciones médicas como la obesidad, la artritis, la diabetes y la mala circulación (ya sea en las venas o en las arterias de las piernas) pueden aumentar el riesgo de problemas en los pies.
Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health / The University of Chicago Medicine