Si alguna vez has sentido una tensión repentina e intensa en tus músculos, has experimentado un espasmo muscular. Estos espasmos, que a menudo se sienten en áreas como el cuello, las piernas o la espalda, pueden causar un malestar significativo. Aunque pueden parecer similares a los calambres, los espasmos musculares se distinguen por su aparición abrupta y por su intensidad.

Conoce más: Espasmos de cuello, ¿qué son y cuáles son sus causas?

Durante un espasmo muscular, es importante tomar ciertas medidas para aliviar las molestias y promover la relajación del músculo afectado. Esto es lo que puedes llevar a cabo durante un espasmo muscular:

  1. Detén la actividad: Si se produce un espasmo muscular durante la actividad física, detenla inmediatamente para evitar una mayor tensión o lesión en el músculo.
  2. Estírate suavemente: Estirar lenta y suavemente el músculo afectado puede ayudar a relajar la contracción. Evita movimientos bruscos o contundentes que puedan exacerbar el espasmo.
  3. Aplica calor o frío: Aplicar calor (como una toalla tibia o una almohadilla térmica) o frío (como una bolsa de hielo) en el área del espasmo puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la tensión muscular.
  4. Masajea el área: Masajear ligeramente el músculo en la dirección de las fibras musculares puede promover la relajación y mejorar el flujo sanguíneo hacia el área.
  5. Debes hidratarte y reponer electrolitos: Beber agua y consumir líquidos o alimentos ricos en electrolitos (como plátanos para obtener potasio) puede ayudar a prevenir más espasmos, especialmente si la deshidratación o el desequilibrio de electrolitos son un factor contribuyente.

RECUERDA: Si los espasmos musculares ocurren con frecuencia, son severos o están asociados con otros síntomas preocupantes, es esencial buscar una evaluación médica para identificar las causas subyacentes y recibir el tratamiento adecuado.

 

Fuente: Very Well Health