Las exacerbaciones de la esclerosis múltiple (EM) involucran un empeoramiento de los síntomas existentes o la aparición de otros nuevos. El tratamiento médico, la asesoría, el manejo del estrés y las opciones dietéticas y de estilo de vida pueden ayudar a prevenir o controlar una exacerbación.

Los posibles desencadenantes de una exacerbación de la EM incluyen:

1. Infecciones

Las infecciones virales, bacterianas y fúngicas pueden desencadenar una exacerbación de la EM.

Es posible que las personas con EM deseen tomar medidas para reducir el riesgo de infección, como lavarse las manos con frecuencia y hablar con un médico sobre las vacunas adecuadas.

2. Vacunas

No está claro si las vacunas empeoran los síntomas de la EM o no. Existe la preocupación de que algunas vacunas vivas, como las vacunas contra el herpes zóster o contra la fiebre amarilla, puedan tener dicho efecto.

Sin embargo, una infección puede tener más probabilidades que una vacuna de desencadenar una exacerbación. Cualquier persona que tenga dudas debe hablar sobre la vacunación con un profesional de la salud.

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3. Parto

Las personas con EM suelen encontrar que la actividad de la enfermedad disminuye durante el embarazo.

No obstante, hasta el 30% de las personas pueden experimentar exacerbaciones durante los primeros 3 meses después del parto. Esto es más probable si se produjo una recaída durante el embarazo o justo antes (o alrededor) del momento de la concepción.

4. Estrés

El estrés puede desencadenar exacerbaciones de la EM, aunque diversos estudios todavía no lo han confirmado.

5. Deficiencia de vitamina D

Tener niveles bajos de vitamina D puede contribuir al riesgo de exacerbaciones de la EM. Una persona con la enfermedad debe controlar periódicamente sus niveles de vitamina D e incrementarlos cuando sea necesario.

6. Problemas para dormir

Un pequeño estudio del año 2017 sugiere que los trastornos del sueño o la falta de sueño pueden provocar una recaída en personas con esclerosis múltiple.

 

Fuente: Medical News Today