El enfisema es una enfermedad pulmonar crónica y progresiva causada por daño a los alvéolos, que son los pequeños sacos de aire del pulmón donde ocurre el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.
Con el enfisema, el aire queda atrapado, los niveles de oxígeno en la sangre disminuyen (hipoxemia) y los niveles de dióxido de carbono en la sangre aumentan (hipercapnia). La afección puede complicarse por el hecho de que, con frecuencia, se presenta junto con bronquitis crónica, la cual ocasiona inflamación e irritación en las vías respiratorias.
El enfisema afecta principalmente a los pulmones, pero también puede afectar a otros órganos y sistemas (incluyendo el corazón, los músculos y el sistema circulatorio) a medida que avanza la enfermedad.
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Dependiendo de la etapa de la afección y otros factores, los síntomas del enfisema suelen incluir:
- Dificultad para respirar (disnea)
- Tos persistente
- Producción de esputo o flema
- Sibilancias
- Infecciones respiratorias frecuentes (incluyendo neumonía)
- Dolor en el pecho
- Cianosis (dedos y labios azulados debido a la falta de oxígeno en la sangre)
RECUERDA: El enfisema también se caracteriza por exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estos son períodos en los que los síntomas empeoran y requieren hospitalización. Las exacerbaciones pueden ser causadas por infecciones o exposición a la contaminación del aire, humo de leña o incluso perfumes.
Fuente: Very Well Health