A veces parece que tus pies nunca tienen descanso, pues los usas todos los días. Por ello, es importante mantenerlos sanos y sin dolor, además de que necesitan protección y apoyo. La mala elección de calzado puede causar problemas dolorosos en los pies, así lo advierte Richard Goldstein, podólogo y cirujano podiatra en el Wound Care Center del Pascack Valley Medical Center (Estados Unidos).

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Con base en lo anterior, aquí te mencionamos los tipos de calzado que deberías evitar y cómo utilizarlos para proteger tus pies:

  1. Tacones altos: para los tacones con alturas de más de 7 cm, especialmente aquellos estilo «stiletto», mueve tu peso desde el talón hasta la parte anterior del pie. Si debes usar tacones altos, minimiza el tiempo que pasas de pie o caminando con ellos. Usa zapatos más cómodos para otras ocasiones, como cuando vas a pie al trabajo. Quítate los tacones cuando nadie te vea y mueve los dedos de los pies. Los tacones gruesos brindan más estabilidad.
  2. Flats: pueden ser populares y estar de moda en este momento, pero no brindan soporte ni amortiguación. Si te encanta su apariencia, el doctor Goldstein sugiere insertar un dispositivo ortopédico para brindar beneficios de protección para los pies.
  3. Zapatos puntiagudos: ya sean tacones o zapatos planos, la puntera puntiaguda de un zapato puede causar neuroma, una inflamación resultante de aplastar los dedos de los pies en un espacio demasiado pequeño. El neuroma puede causar dolor, ardor y hormigueo, posiblemente requiriendo una intervención quirúrgica.
  4. Chanclas: hombres y mujeres encuentran convenientes estos zapatos económicos y livianos. Las chanclas comúnmente disponibles no ofrecen soporte para el arco, y la acción de curvar los dedos de los pies cuando el pie intenta sujetarlos mientras caminas puede provocar un dedo en martillo, una condición dolorosa. Aún así, son una buena opción para la playa porque protegen los pies de la arena caliente (lo que evita quemaduras) y las conchas afiladas (lo que evite cortes y heridas).
  5. Zapatillas mulas: Las mulas tienen los mismos problemas que las chanclas. Las mulas con tacones pueden hacer que el usuario sea más susceptible a lesiones en el tendón de Aquiles.
  6. Zapatos de goma/plástico: este calzado tiene la ventaja de ser lavable y ofrecer cierto soporte. Úsalos para jardinería y ropa de playa.
  7. Tenis: si estás participando en un deporte como baloncesto o running, consigue tenis diseñados específicamente para ello. Para muchas personas, un tenis de cross-trainer aportará soporte y protección diarios superiores, en comparación con un tenis de bajo presupuesto.

RECUERDA: Si has sido víctima de zapatos que no te quedan bien, que te causan dolor, deformidad o problemas en la piel, programa una cita con tu médico para que te evalúe y te brinde el tratamiento necesario, a fin de corregir los problemas antes de que puedan amenazar tu capacidad para caminar cómodamente.

 

Fuente: Hackensack Meridian Health