Frecuentemente, los pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) reciben la recomendación médica de perder peso, lo que puede ser difícil de lograr y requiere un tiempo preciso.

Ahora, un grupo de investigadores dijo haber descubierto que otra estrategia puede ayudar a reducir la grasa hepática en personas con dicha condición, que afecta a casi el 30% de la población mundial.

El nuevo estudio reveló que el ejercicio de aproximadamente 150 minutos por semana a una intensidad moderada redujo significativamente la grasa hepática en los pacientes.

Aunque varias investigaciones han demostrado que el ejercicio puede mejorar la grasa del hígado, la condición física, la composición corporal y la calidad de vida, no se conocía una cantidad específica de ejercicio que lograra esto.

Conoce más: Beber alcohol en exceso ¿por qué es más peligroso para el hígado que hacerlo a diario y con moderación?

Para el nuevo trabajo, los autores consideraron que una reducción relativa del 30% en la grasa del hígado (medida mediante resonancias magnéticas) representaba una mejora significativa. Después, revisaron 14 ensayos controlados aleatorios con un total de 551 personas con NAFLD.

Los expertos hallaron que, independientemente de la pérdida de peso, el ejercicio tuvo 3.5 veces más probabilidades de lograr dicha reducción del 30% en la grasa del hígado en comparación con la atención estándar.

Posteriormente, determinaron la dosis óptima de ejercicio y hallaron que el 39% de los pacientes que realizaban ejercicio enérgico durante 150 minutos por semana, o más, lograron una respuesta significativa al tratamiento en comparación con el 26% de los que realizaron menos ejercicio.

Un ejemplo de actividad física moderada sería una caminata rápida en la que una persona podría comenzar a sudar, pero todavía puede mantener una conversación con un compañero de caminata. Otro ejemplo sería el ciclismo ligero.

 

Fuente: Health Day