Los adultos mayores ya enfrentan un mayor riesgo de caídas, pero la disminución de la actividad física provocada por la pandemia podría haber empeorado dicha problemática, así lo sugiere una nueva encuesta realizada en Estados Unidos.

Más de un tercio de los 2,074 adultos de 50 a 80 años que participaron en la encuesta en línea, realizada durante el mes enero, informaron una disminución de la actividad física en los primeros 10 meses de la pandemia, y el 27% dijo que su acondicionamiento físico (flexibilidad, fuerza muscular y resistencia) había empeorado. Una cuarta parte mencionó haber tenido disminuciones en su capacidad para moverse, incluso con un bastón, un andador o un vehículo.

En general, el 36% de los adultos mayores reportó un mayor miedo a las caídas, pero las tasas fueron más altas entre los mayores de 65 años (46%) y las mujeres (44%), de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan.

«Muchos adultos mayores se caen cada año, y la pandemia no fue una excepción. Muchas caídas provocan al menos una lesión menor en este grupo de edad, y un tercio requiere atención médica», señaló Geoffrey Hoffman, profesor asistente de la Escuela de Enfermería de la citada universidad e investigador especializado en caídas, quien trabajó con el equipo de encuestas.

«El acondicionamiento físico puede marcar una gran diferencia para mantener la independencia, incluyendo la prevención de una caída, pero también la forma en la que alguien reacciona y se recupera de una», aseguró Hoffman. «Centrarse en la prevención ahora, lo que incluye mantener la salud y la actividad física, así como la seguridad en el hogar y tener en cuenta los factores sociales que pueden aumentar el riesgo, es crucial».

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Entre los que dijeron que temen caerse, el 23% dijo que su miedo había aumentado durante la pandemia, pero las tasas fueron mucho más altas entre los que informaron menos actividad física (32%), empeoramiento del acondicionamiento físico (42%) o disminución de la movilidad (45%).

Una cuarta parte de los encuestados dijo que tuvo una caída entre el inicio de la pandemia en marzo de 2020 y cuando se realizó la encuesta, y el 40% de esos adultos mayores tuvo más de una caída.

La encuesta también mostró que grupos específicos de personas mayores (mujeres, adultos negros, aquellos que luchan contra la soledad y los mayores de 65 años) podrían requerir ayuda adicional para mejorar el acondicionamiento físico y reducir el riesgo de caídas, dijeron los investigadores.

También destacaron que la asistencia podría ser otorgada por proveedores de salud y de fitness, así como por familiares y amigos.

Tan solo en Estados Unidos, las caídas provocan la muerte de más de 32,000 adultos mayores cada año.

Asimismo, la encuesta halló que el 28% de las personas mayores lesionadas por una caída durante la pandemia tuvieron un retraso en la atención médica o no la recibieron como era debido. De ellos, el 40% dijo que la pandemia estaba directamente relacionada con esta falta de atención.

Las personas que tienen efectos persistentes de una caída sufrida durante la pandemia (como por ejemplo, dolor en las articulaciones o movilidad y fuerza reducidas) deben buscar rehabilitación y otros cuidados para evitar o reducir el riesgo de problemas adicionales, recomendaron los investigadores.

 

Fuente: Health Day News