De acuerdo con un artículo del año 2017, el ahogamiento en seco alguna vez se refirió a casos en los que no había agua en los pulmones de quienes se habían ahogado. Sin embargo, no es un término médicamente aceptado.

En el pasado, los médicos utilizaban los términos ahogamiento húmedo y ahogamiento seco antes de que la comunidad médica tuviera las herramientas de diagnóstico necesarias para examinar la respiración.

Una vez que supieron que el ahogamiento resulta de la falta de oxígeno y no del volumen de agua que se encuentra en los pulmones, el término “ahogamiento” reemplazó tanto al ahogamiento húmedo como al seco.

Conoce más: Casi ahogamiento, ¿qué es y cuáles son sus causas?

A pesar de no ser un término médicamente preciso, algunos investigadores y médicos todavía suelen decir ocasionalmente ahogamiento en seco para referirse a los casos en los que el agua u otro líquido provoca espasmos en la laringe y las cuerdas vocales. A esto se le conoce como laringoespasmo y puede presentarse en al menos el 20% de las personas que se han ahogado.

Cuando la laringe sufre espasmos, las cuerdas vocales se cierran y la respiración se vuelve difícil. Los líquidos pueden terminar en lugares a los que no deberían ir, como los senos paranasales, y puede ser difícil llevar aire hacia los pulmones.

Un espasmo severo puede reducir el flujo de aire lo suficiente como para poner en peligro la vida.

Generalmente, esto ocurre después de que una persona ha salido del agua. Pueden comenzar a toser y tener dificultad para respirar en las horas posteriores al incidente de ahogamiento.

 

Fuente: Medical News Today