La soya es uno de los alérgenos alimentarios más comunes. Las alergias a la soya son más comunes en niños y jóvenes. Generalmente, un niño superará la alergia a la soya, pero esta puede persistir y convertirse en una afección de por vida.
La alergia a la soya es un tipo de alergia alimentaria, una condición en la que el sistema inmunológico de una persona reacciona a ciertas proteínas en los alimentos como si fueran patógenos dañinos. Cuando el sistema inmunitario se encuentra con tales alérgenos, reacciona de forma exagerada y hace que la persona experimente una reacción alérgica.
Tener alergia a la soya puede provocar síntomas como urticaria, vómitos, sibilancias y diarrea. En casos raros, puede provocar anafilaxia, que es una reacción potencialmente mortal. En dichos casos, una persona necesitará una inyección de epinefrina para tratar la reacción.
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Los estudios sugieren que, tan solo en Estados Unidos, más de 50 millones de personas padecen algún tipo de alergia y que las alergias alimentarias afectan al 7.6 % de los niños y al 10.8 % de los adultos. La mayoría de las personas superarán la alergia a la soya, pero algunas pueden seguir siendo alérgicas a la soya durante toda su vida.
Si el sistema inmunológico reconoce las proteínas de soya como una sustancia extraña, puede producir anticuerpos llamados inmunoglobulina E (IgE). Tales anticuerpos activan las defensas inmunitarias de una persona cuando se encuentran con la proteína de la soya, lo que generalmente provoca una reacción en unos pocos minutos u horas.
Fuente: Medical News Today
