Para la mayoría de las personas, una picadura de abeja sólo produce dolor e irritación temporales en el lugar de la picadura.
Para otras, las picaduras de abeja provocan una reacción alérgica que puede variar de leve a grave. En casos extremos, una picadura de este insecto puede provocar una anafilaxia potencialmente mortal.
Aproximadamente, entre el 5 y el 7.5% de las personas experimentarán una reacción alérgica grave a las picaduras de insectos a lo largo de sus vidas. En los apicultores, dicho riesgo aumenta al 32%.
Mucha gente que reacciona a las picaduras de insectos experimentará una reacción irritante de leve a moderada en forma de enrojecimiento e hinchazón localizados.
Para una pequeña minoría de personas, la reacción alérgica puede ser mucho más grave y requerir tratamiento médico de emergencia. Las reacciones fatales son raras.
El veneno de las abejas, las avispas del papel y las avispas amarillas tiende a provocar las reacciones alérgicas más graves.
Las abejas, avispas y hormigas bravas ocasionan con mayor frecuencia reacciones alérgicas sistémicas, es decir, que se propagan por todo el cuerpo, incluyendo la piel y el sistema respiratorio.
Fuente: Medical News Today