Envejecer no significa automáticamente menos vitalidad y vigor o tener niveles de energía más bajos, sin importar lo que nuestra cultura obsesionada con la juventud quiera hacerte creer, así lo indica la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
Dicho esto, existen algunos principios clave que pueden darte un impulso a medida que envejeces. Por ello, a continuación, te indicamos cómo obtener más energía y aumentar tu vitalidad:
1. Come (en su mayoría) alimentos integrales
Los alimentos frescos, enteros y sin procesar renuevan los niveles de energía con vitaminas, minerales y antioxidantes.
“Los alimentos procesados y envasados tienden a hacerte sentir lento(a) y pesado(a)”, señala la doctora Alicia Arbaje, geriatra de Johns Hopkins.
Consume productos de origen animal (especialmente carnes rojas) con moderación; tardan más en digerirse, lo que agota tu energía.
2. Controla tu vitamina D
Vital para los niveles de energía y el estado de ánimo, la vitamina D se ingiere mejor con un poco de sol; cuando los rayos ultravioleta inciden en la piel, se transforman en D.
La mala noticia: a medida que envejeces, tu piel se vuelve menos eficiente para convertir la luz solar en este nutriente.
«No suelo recomendar suplementos, pero un suplemento de vitamina D puede ser una buena idea. Pídele a tu médico que te haga una prueba para averiguar si tienes deficiencia de esta vitamina», aconsejó Arbaje.
3. Revitalízate con vitamina B12
Otra vitamina clave para los niveles de energía es la B12. Se encuentra de forma natural en los productos animales (recuerda: con moderación). Muchas leches no lácteas (como la soya y la almendra) también están fortificadas con B12.
4. Muévete más
Incluso unos pocos minutos de movimiento varias veces al día pueden prevenir caídas en los niveles de energía. Si puedes, da un paseo bajo el sol de la mañana.
Te energizará durante el día y la dosis de sol temprano ayudará a regular tu ritmo circadiano, lo que te permitirá dormir mejor por la noche.
5. Revisa tus medicamentos
Muchos medicamentos, incluidos aquellos para la presión arterial alta, los antidepresivos y los antihistamínicos, tienen efectos secundarios que pueden minar los niveles de energía.
“Cada tres a seis meses, revisa todos tus medicamentos con tu médico de atención primaria y pregúntale: ‘¿Todavía necesito esto? ¿Puedo bajar la dosis? ¿Hay alternativas?’”, subrayó Arbaje.
Si quieres saber más sobre cómo obtener más energía e impulsar tu vitalidad, consulta a tu médico.
Fuente: Johns Hopkins Medicine