La anemia aplásica es un trastorno sanguíneo poco común, pero grave. Cuando una persona lo padece, su médula ósea no produce suficientes células sanguíneas nuevas. A decir de especialistas, esta afección ocurre cuando hay daño a las células madre dentro de la médula ósea.
La anemia aplásica puede desarrollarse a cualquier edad. Además, puede ocurrir repentinamente o puede aparecer lentamente y empeorar con el tiempo.
Según Mayo Clinic, el tratamiento de la anemia aplásica puede incluir:
- Medicamentos.
- Transfusiones sanguíneas.
- Trasplante de células madre, también conocido como trasplante de médula ósea.
No siempre se presentan síntomas. En ciertos casos, los signos y síntomas pueden comprender los siguientes: fatiga, falta de aire, frecuencia cardiaca rápida o irregular, piel pálida, infecciones frecuentes o prolongadas, entre otros.
Factores de riesgo
- Tratamientos con dosis altas de radiación o quimioterapia para el cáncer.
- Exposición a sustancias químicas tóxicas.
- Uso de algunos medicamentos recetados.
- Ciertas enfermedades de la sangre.
- Trastornos autoinmunitarios e infecciones graves.
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¿Cómo se diagnostica la anemia aplásica?
Para saber si tienes anemia aplásica, un profesional de la salud:
- Analizará tu historia clínica y la de tu familia.
- Te hará un examen físico.
- Solicitará pruebas para comprobar si tienes un bajo número de células en la médula ósea y en la sangre.
Toma en cuenta que no existe un plan de prevención para la mayoría de los casos de anemia aplásica. Pese a ello, evitar la exposición a insecticidas, solventes y otras sustancias químicas puede disminuir el riesgo.
¡Cuídate!
Fuente: Mayo Clinic