El asma causada por ejercicio se presenta como un estrechamiento de las vías respiratorias debido a la actividad física intensa. El término más común para esta enfermedad es: broncoconstricción inducida por el ejercicio.
Este término es más preciso porque el ejercicio induce al estrechamiento de las vías respiratorias —broncoconstricción—, pero no es la causa del asma.
La mayoría de las personas que tienen broncoconstricción inducida por el ejercicio pueden hacer ejercicio y mantenerse activas gracias al tratamiento de los síntomas. Algunos de ellos son:
- Tos.
- Sibilancia.
- Falta de aire.
- Dolor u opresión del pecho.
- Fatiga al hacer ejercicio.
- Desempeño deportivo disminuido.
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¿Cuándo consultar a un médico?
Acércate a un profesional de la salud si tienes signos o síntomas de una broncoconstricción inducida por el ejercicio. Existe una serie de afecciones que pueden causar síntomas similares, por lo que es importante obtener un diagnóstico rápido y preciso.
Busca tratamiento médico de emergencia si tienes los siguientes síntomas:
- Falta de aire o sibilancias que aumentan rápidamente, que hacen que sea muy difícil poder respirar.
- Ninguna mejora incluso después de usar inhaladores recetados para los ataques de asma.
Toma en cuenta los factores que pueden aumentar el riesgo de la enfermedad o que pueden actuar como desencadenantes, como:
- Aire frío.
- Aire seco.
- Contaminación del aire.
- Cloro en las piletas de natación.
- Sustancias químicas para equipos de limpieza para hielo.
- Actividades que involucran respiraciones profundas por períodos prolongados.
Ante cualquier duda, consulta a un profesional de la salud.
Fuente: Mayo Clinic