El bazo es un órgano pequeño que se encuentra en la parte superior del abdomen. Su función es filtrar la sangre y ayudar a defender el cuerpo contra patógenos.

Algunos lo consideraban inútil y creían que era mejor eliminarlo si se encontraba enfermo. No fue sino hasta el siglo XX que los médicos comenzaron a comprender lo que hacía realmente el bazo.

Este órgano juega un papel clave en la respuesta inmune del cuerpo (que involucra defenderlo contra patógenos), así como en el sistema hematológico, que está relacionado con los diversos componentes de la sangre.

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El bazo se ubica detrás de las costillas 9 a 11 en la parte superior izquierda del abdomen, y está protegido por la caja torácica. Es el órgano más grande del sistema linfático: el componente circulatorio del sistema inmunológico. Concretamente, recicla el hierro, destruye los glóbulos rojos viejos y almacena los glóbulos blancos y las plaquetas (los componentes de la sangre que ayudan a detener el sangrado).

El peso del bazo varía entre individuos, oscilando entre 70 y 200 gramos (g). Usualmente, mide alrededor de 12 centímetros (cm) de largo, 7 cm de ancho y 5 cm de grosor.

Todo lo que se relaciona con el bazo se denomina «esplénico». Este recibe sangre a través de la arteria esplénica y la sangre sale del bazo a través de la vena esplénica. Cabe señalar que el bazo está conectado a los vasos sanguíneos del estómago y del páncreas, pero no desempeña ningún papel en la digestión.

 

Fuente: Medical News Today