Las bebidas y suplementos de colágeno han generado un gran revuelo, ya que las celebridades e influencers promocionan sus beneficios milagrosos para la piel, el cabello y las uñas. Debido a que el colágeno de nuestro cuerpo brinda un soporte crucial para estos tejidos, parece plausible que el consumo de colágeno pueda dar lugar a una melena exuberante y un brillo juvenil. Pero, ¿qué dice la ciencia?
En este momento, no existe evidencia científica suficiente de que tomar pastillas de colágeno o consumir bebidas de colágeno haga una diferencia en la piel, el cabello o las uñas. Nuestros cuerpos no pueden absorber esta importante proteína para los tejidos en su forma completa. Para entrar en el torrente sanguíneo, debe descomponerse en péptidos para que pueda ser absorbida por el intestino.
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Estos péptidos pueden descomponerse todavía más en los componentes básicos que forman proteínas, como la queratina, que ayudan a formar la piel, el cabello y las uñas. O los péptidos pueden formar colágeno que se deposita en otras partes del cuerpo, como el cartílago, los huesos, los músculos o los tendones. Hasta el momento, ninguna investigación en humanos ha demostrado claramente que el colágeno que se toma por vía oral termine en la piel, el cabello o las uñas.
Si tu objetivo es mejorar la textura y elasticidad de la piel y minimizar las arrugas, es mejor que te centres en la protección solar y en el uso de retinoides tópicos. Numerosos estudios ya han demostrado que tales medidas son eficaces.
Si decides probar suplementos o bebidas de colágeno, revisa la lista de ingredientes y el perfil proteico. Evita los suplementos con demasiados aditivos o rellenos. Los productos que contienen grandes cantidades de prolilhidroxiprolina e hidroxiprolilglicina son mejores para reducir las arrugas y mejorar el contenido de humedad de la piel.
Consulta a tu médico antes de comenzar a tomar cualquier suplemento nuevo. Las personas propensas a la gota o que padecen otras afecciones médicas que requieren que limiten la ingesta de proteínas no deben utilizar suplementos o bebidas de colágeno.
Fuente: Harvard Medical School