Las duchas frías son duchas con una temperatura del agua inferior a 21 °C. Pueden brindar beneficios para la salud. La hidroterapia se ha utilizado durante siglos para aprovechar la tendencia de nuestro cuerpo a adaptarse a condiciones más adversas.

Las duchas frías no son el principal tratamiento para ninguna afección, pero pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar el bienestar general.

Concretamente, estas duchas ofrecen muchos beneficios, como el aumento de endorfinas, la mejora del metabolismo y la circulación. También pueden ayudar a combatir enfermedades comunes, como resfriados y gripes.

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Por ejemplo, existe una sólida evidencia que respalda el uso de la hidroterapia en el tratamiento de la fibromialgia. La terapia en piscina se recomienda en la práctica clínica. Sin embargo, toma en cuenta que no todas las personas toleran el agua fría. Algunas personas se benefician de la terapia en piscina caliente.

La evidencia científica sobre cómo las duchas frías ayudan a perder peso no está clara. De todas formas, sí demuestra que el agua fría puede contribuir a mantener estables ciertos niveles hormonales y también beneficia al sistema gastrointestinal. Estos efectos pueden potenciar la capacidad de la ducha fría para ayudar a perder peso.

Al bajar la temperatura de una zona del cuerpo, aceleramos el suministro de sangre más caliente y oxigenada hacia esa zona. Esto acelera el tiempo de recuperación. Algunas personas pueden beneficiarse de las duchas frías para acelerar la circulación de la sangre.

 

Fuente: Healthline