Las medias de compresión son medias ajustadas que ejercen presión sobre las piernas. Algunas llegan justo hasta la rodilla, otras por encima de la rodilla y otras pueden llegar hasta el abdomen. Algunas de estas medias funcionan de forma gradual, lo que significa que su presión es mayor en el tobillo y disminuye gradualmente a medida que avanza la pierna. Otras generan una presión constante.

La función de las medias de compresión es comprimir las piernas, lo que a su vez comprime los vasos sanguíneos. El efecto: mejor circulación, menos hinchazón y, quizás, alivio del dolor en las piernas.

Aumentar la presión en las piernas para facilitar el flujo sanguíneo puede parecer contradictorio, pero una breve introducción a la circulación puede ayudar. Según los expertos, ya sea de pie o sentado(a), pasamos la mayor parte del día en posición vertical. Para que la sangre fluya contra la gravedad de regreso al corazón, las venas de las piernas tienen válvulas especiales que ayudan a evitar que se retraiga.

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Por el diseño de estas pequeñas válvulas, el flujo sanguíneo solo puede ir en una dirección. Con la ayuda de las contracciones musculares de las piernas, la sangre pasa por las válvulas, estas se cierran y la sangre se mueve en la dirección correcta hacia el corazón, y todo funciona correctamente.

En algunas personas, estas válvulas fallan con el tiempo, lo que se conoce como insuficiencia venosa. Esto provoca que la sangre y el líquido se acumulen en las piernas y las hinchen. Al apretar las piernas, las medias de compresión ayudan a las válvulas de los vasos sanguíneos a realizar su función.

Si tienes más dudas al respecto, consulta a tu médico.

Fuente: Harvard Medical School