La bronquitis es una inflamación de los bronquios, que son las vías respiratorias que llevan el aire hasta los pulmones, así lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Esta provoca una tos que suele producir mucosidad. También puede ocasionar dificultad para respirar, sibilancias, fiebre baja y opresión en el pecho. Existen dos tipos principales de bronquitis: aguda y crónica.
En el caso específico de la bronquitis aguda, la mayoría de los casos mejoran en varios días, pero la tos puede durar varias semanas después de que la infección desaparezca.
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Los mismos virus que ocasionan los resfriados y la gripe generalmente causan bronquitis aguda. Tales virus se propagan por el aire cuando las personas tosen o por contacto físico (por ejemplo, mediante manos sin lavar). Estar expuesto al humo del tabaco, la contaminación del aire, los polvos, los vapores y los humos también puede causar bronquitis aguda. Las bacterias también pueden causar la afección, aunque es menos frecuente.
Para diagnosticar la bronquitis aguda, tu médico te preguntará sobre tus síntomas y escuchará tu respiración. También es posible que te hagan otras pruebas.
Los tratamientos incluyen reposo, líquidos y analgésicos como ácido acetilsalicílico (para adultos) o paracetamol para tratar la fiebre. Un humidificador o usar vapor también puede ayudar. Quizás requieras medicamentos inhalados para abrir las vías respiratorias si tienes sibilancias. Los antibióticos no ayudarán si la causa es viral. Puedes recibir antibióticos si la causa es una bacteria.