Cuando las personas con asma contraen infecciones virales, pueden aumentar su riesgo de contraer bronquitis asmática.
Esta es una condición en la que una persona con asma desarrolla bronquitis aguda. Normalmente, la bronquitis aguda desaparece en una semana. No obstante, la bronquitis crónica no desaparece y puede ocasionar problemas graves a una persona con asma.
Al principio, la bronquitis asmática puede parecer simplemente un resfriado. Cuando los síntomas empeoran, es hora de consultar a un proveedor de atención médica. Ella o él te harán preguntas sobre tus síntomas y te realizarán un examen físico que incluirá escuchar tu respiración.
Conoce más: 5 síntomas que indican bronquitis crónica
En ocasiones, se realizan pruebas para verificar un diagnóstico, las cuales incluyen:
- Prueba de función pulmonar: comprueba cuánto aire pueden contener los pulmones y qué tan bien el aire entra y sale de los pulmones.
- Radiografía de tórax: esto mostrará si tienes neumonía (cuando se acumula líquido en los alvéolos de los pulmones) o cualquier anomalía en el pulmón.
- Tomografía computarizada (TC): es posible que te realicen esta prueba de imágenes si los resultados de las radiografías no son concluyentes. Le brinda a tu proveedor de atención médica una imagen más detallada de tus pulmones.
- Análisis de sangre: esto verificará la cantidad de gases en la sangre, como oxígeno y dióxido de carbono (los niveles de oxígeno pueden ser más bajos de lo normal con bronquitis).
Fuente: Very Well Health