Las cápsulas de café de un solo uso de plástico y aluminio pueden filtrar sustancias nocivas en el café cuando se exponen al agua caliente y a la presión.
Las cápsulas de plástico presentan riesgos a través de sustancias químicas que alteran las hormonas, llamadas xenoestrógenos, que pueden interferir con la función hormonal natural y tienen la capacidad de causar problemas reproductivos como un recuento bajo de espermatozoides. Asimismo, pueden liberar microplásticos (pequeñas partículas de plástico) en el café preparado, lo que afecta la salud intestinal y aumenta el riesgo de inflamación sistémica crónica.
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Las cápsulas revestidas de aluminio pueden filtrar aluminio en el café, que puede acumularse en el cuerpo con el tiempo. Los niveles elevados de aluminio se relacionan con un mayor riesgo de cáncer de mama y enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Su impacto en la salud puede ser acumulativo: aunque el uso ocasional de cápsulas de café probablemente represente un riesgo mínimo, su consumo regular podría generar niveles preocupantes de exposición a sustancias químicas.
En lugar de usar cápsulas de café con regularidad, considera cambiar a una prensa francesa de acero inoxidable o a una cafetera de vidrio.
Fuente: Very Well Health