La cirrosis es un daño hepático irreversible. Con el tiempo, el tejido cicatricial reemplaza al tejido sano. Los nódulos, o bultos de tejido anormal, también pueden crecer en el hígado. Dichos cambios pueden impedir que el hígado funcione adecuadamente.

Se calcula que 1 de cada 400 adultos que viven en países como Estados Unidos padece cirrosis. La afección es más común en personas de entre 45 y 54 años.

No existe cura para la cirrosis, pero los médicos y las personas pueden tomar medidas para retrasar la progresión de la enfermedad.

La cirrosis macronodular significa que la persona tiene cicatrices y nódulos de más de 3 mm de diámetro en el hígado.

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Lo más probable es que sea el resultado de:

  • Virus de la hepatitis B (VHB).
  • Virus de la hepatitis C (VHC).
  • Colangitis biliar primaria (enfermedad autoinmune que provoca la destrucción progresiva de los conductos biliares).
  • Deficiencia de alfa-1 antitripsina (afección en donde el hígado deja de producir una proteína que protege los pulmones).

No obstante, también puede indicar una progresión de la cirrosis micronodular, que involucra cicatrización del hígado y formación de nódulos de menos de 3 mm de diámetro.

RECUERDA: La cirrosis macronodular es un tipo de cirrosis. También existen la cirrosis micronodular y mixta. Estas tienen sus propias definiciones, pero pueden ser etapas en el camino hacia el desarrollo de cirrosis macronodular.

 

Fuente: Medical News Today