La causa del dolor abdominal se puede diagnosticar a través de una serie de pruebas, así como de una conversación honesta con tu médico sobre lo que estás experimentando. Antes de ordenar las pruebas, tu médico te hará un examen físico. Esto incluye presionar suavemente varias áreas de tu abdomen para verificar si existe sensibilidad e hinchazón.

Procura estar preparado(a) para responder las siguientes preguntas:

  • ¿Dónde exactamente sientes el dolor?
  • ¿El dolor siempre ha estado en ese lugar o se ha movido?
  • ¿Qué tan severo es el dolor?
  • ¿El dolor es constante o va y viene en oleadas?
  • ¿El dolor es tan fuerte que interfiere con tu vida diaria?
  • ¿Qué estabas haciendo cuando comenzó el dolor?
  • ¿Hay un momento del día en que el dolor es más intenso?
  • ¿Cuándo fue tu última evacuación intestinal?
  • ¿Tienes movimientos intestinales regulares?
  • ¿Has notado algún cambio en tu orina?
  • ¿Has hecho cambios importantes en tu dieta?

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A las mujeres en edad reproductiva también se les pueden hacer preguntas sobre su menstruación.

Tomando en cuenta la gravedad del dolor y su ubicación dentro del abdomen, esta información le ayudará a tu médico a determinar qué pruebas debes realizarte.

Las pruebas de imagen, como las resonancias magnéticas, las ecografías y las radiografías, se utilizan para observar a detalle los órganos, tejidos y otras estructuras del abdomen. Estas pruebas pueden ayudar a diagnosticar tumores, fracturas, rupturas e inflamación.

Otras pruebas incluyen:

  • Colonoscopia (para observar el interior del colon y los intestinos)
  • Endoscopia (para detectar inflamación y anomalías en el esófago y el estómago)
  • GI superior (una prueba de rayos X especial que usa un tinte de contraste para verificar la presencia de crecimientos, úlceras, inflamación, bloqueos y otras anomalías en el estómago)

También se pueden recolectar muestras de sangre, orina y heces para buscar evidencia de infecciones bacterianas, virales y parasitarias.

 

Fuente: Healthline