No existe una sola prueba o examen que pueda determinar si una persona padece asma. Por ello, tu médico utilizará una variedad de criterios para determinar si los síntomas son el resultado de dicha afección.
Los médicos suelen tomar en cuenta lo siguiente para ayudar a diagnosticar el asma:
- Historial de salud. Si tienes familiares con este trastorno respiratorio, tu riesgo es mayor. Alerta a tu médico sobre esta conexión genética.
- Examen físico. Tu médico escuchará tu respiración con un estetoscopio. También se te puede realizar una prueba cutánea para buscar signos de una reacción alérgica, como urticaria o eccema. Las alergias aumentan el riesgo de asma.
- Pruebas de respiración. Las pruebas de función pulmonar miden el flujo de aire que entra y sale de tus pulmones. Para la prueba más común, la espirometría, debes soplar en un dispositivo que mide la velocidad del aire.
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Los médicos no suelen realizar pruebas de respiración en niños menores de 5 años porque es difícil obtener una lectura precisa.
En cambio, pueden recetar medicamentos para el asma de tu hijo(a) y esperar a que los síntomas mejoren. Si lo hacen, es probable que tu niño(a) tenga asma.
Para los adultos, su médico puede recetar un broncodilatador u otro medicamento para el asma si los resultados de las pruebas indican que tienen la afección. Si los síntomas mejoran con el uso de este medicamento, su doctor continuará tratando la condición como asma.
Tu médico también necesitará determinar el tipo de asma que tienes. El más común es el asma alérgica, que representa el 60 por ciento de todos los casos de asma.
Otros tipos de asma están relacionados con la etapa de la vida de una persona. Aunque la enfermedad puede aparecer a cualquier edad, el asma pediátrica afecta específicamente a los niños, y el asma del adulto no aparece hasta la edad adulta.
Fuente: Healthline