El sueño es fundamental para todos nosotros, y esto es particularmente cierto para los niños. Sin un sueño de calidad suficiente, los niños tienen más probabilidades de desarrollar problemas de salud y de comportamiento, así como dificultades de aprendizaje. Por ello, a continuación te decimos cómo lograr que tus hijos tengan un horario regular de sueño.
Lo primero es tener siempre presente que nuestro cuerpo funciona mejor cuando nos acostamos y despertamos aproximadamente a la misma hora todos los días.
Los niños y adolescentes necesitan dormir de ocho a diez horas. Cuenta hacia atrás 10 horas a partir del momento en que tu hijo necesita levantarse por la mañana. Ese es aproximadamente el tiempo de preparación que requiere para ir a la cama (para los niños más pequeños, cuenta hacia atrás 11 horas).
Conoce más: Horario de sueño irregular, ¿cuál es su relación con el estado de ánimo y la depresión?
Por ejemplo, si tu hijo(a) adolescente debe levantarse a las 7, entonces debería prepararse para ir a dormir a las 9 y acostarse a las 10 (ya que la mayoría de nosotros no nos dormimos en el momento en que ponemos la cabeza en la almohada). Un niño más pequeño debería comenzar a prepararse (bañarse, etc.) alrededor de las 8.
Comprende que los adolescentes están programados biológicamente para dormirse más tarde y despertarse más tarde, por lo que naturalmente se irán a dormir más tarde. Lamentablemente, la mayoría de las escuelas no se adaptan a esto, por lo que las normas humanas usualmente trabajan en contra de la biología.
Finalmente, aunque está bien que tus niños se queden despiertos un poco más tarde los fines de semana, no permitas que la hora de acostarse varíe más de una hora aproximadamente.
Fuente: Harvard Medical School