Un adulto sano con fiebre leve puede sentir que lo ha atropellado un camión, pero un bebé con fiebre elevada a veces puede sentirse bastante cómodo. También puede ocurrir lo contrario en ambos escenarios. Las fiebres no son iguales para todos, y tampoco lo son sus síntomas. Tu nivel general de comodidad y tus síntomas pueden ayudarte a decidir cómo tratar la afección. Si padeces fiebre, puedes experimentar los siguientes síntomas:
- Sentirte débil o mareado(a)
- Pérdida de apetito
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
- Transpiración
- Escalofríos
- Náuseas
- Vómitos
- Erupción
Conoce más: Posibles causas que desencadenan una fiebre
Si una erupción acompaña a tu fiebre, debes consultar a tu médico. Es importante que tu doctor determine la causa raíz de la erupción. Otros síntomas, como las náuseas o los vómitos, pueden resolverse más rápidamente con atención médica. Si tu fiebre supera los 39.4 °C debes buscar atención médica de inmediato. Esto es especialmente cierto si experimentas confusión, alucinaciones o convulsiones.
Recuerda que cómo y cuándo debe tratarse la fiebre es algo que suele estar determinado por tu edad. Si no recibe tratamiento, la fiebre puede provocar complicaciones graves en niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
Fuente: Healthline