A muchas personas les preocupa contraer una enfermedad como hepatitis o VIH por un pinchazo accidental con una aguja. Pero no sucede a menudo. La mayoría de las veces, la persona en la que se colocó la aguja no tiene hepatitis, VIH u otra infección que pueda contagiarte de esa manera.
Cuando la persona tiene una infección que se puede propagar, tu nivel de riesgo si la aguja te pincha accidentalmente depende de:
- A cuánta sangre infectada hayas quedado expuesto(a).
- La cantidad de virus que haya en la sangre. Algunas personas con infecciones virales tienen más virus en la sangre que otras.
Conoce más: 6 tips para disminuir tu miedo a las inyecciones
Cómo protegerte
Si debes manipular agujas usadas, es importante que conozcas la forma correcta de desecharlas. Y asegúrate de usar guantes protectores.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recomiendan los siguientes pasos si tienes alguna exposición a la sangre:
- Lava los pinchazos de aguja y los cortes con agua y jabón.
- Usa agua para enjuagar la sangre salpicada de tu nariz, boca o piel.
- Lávate los ojos con un chorro constante de agua limpia, una solución de agua salada o un lavado estéril.
- No aprietes el área del pinchazo de aguja o del corte. Y no laves el área con antisépticos o cloro.
Llama a tu doctor inmediatamente. En algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a prevenir infecciones. Cuanto antes comiences el tratamiento, es más probable que funcione.