Cuando te enfermas por una infección viral o bacteriana, los anticuerpos creados por el sistema inmunitario posteriormente reconocen y ayudan a desarrollar una defensa contra estos intrusos.

En el año 2019, un estudio realizado por investigadores estadounidenses descubrió que el virus del sarampión puede eliminar hasta tres cuartas partes de los anticuerpos que protegen contra virus o bacterias a los que un niño era previamente inmune, desde cepas de la gripe hasta virus del herpes, pasando por bacterias que causan neumonía e infecciones de la piel.

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De acuerdo con los autores de este trabajo, si tu hijo(a) contrae sarampión y posteriormente neumonía dos años después, no necesariamente se relacionarían las dos cosas. Los síntomas del sarampión en sí mismos pueden ser solo la punta del iceberg.

Con base en lo anterior, es importante recordar que dos dosis de la vacuna actual ofrecen una protección del 97%, mucho mayor que la de la mayoría de las demás vacunas. En raras ocasiones, una persona puede contraer sarampión a pesar de estar completamente vacunada. En tales casos, la enfermedad suele ser más leve y menos propensa a contagiarse.

 

Fuente: Harvard Medical School