De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, tu tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en tu cuello, justo encima de tu clavícula. Es una de tus glándulas endocrinas, lo que significa que produce hormonas.
Las hormonas tiroideas controlan el ritmo de muchas actividades en tu cuerpo, como por ejemplo qué tan rápido quemas calorías y qué tan rápido late tu corazón. Las pruebas que miden la función de la tiroides verifican qué tan bien está funcionando dicha glándula. También se utilizan para diagnosticar y ayudar a encontrar la causa de enfermedades tiroideas, como el hipertiroidismo y el hipotiroidismo. Las pruebas de tiroides incluyen análisis de sangre y pruebas por imágenes.
Los análisis de sangre para la tiroides incluyen:
- TSH: mide la hormona estimulante de la tiroides. Es la medida más precisa de la actividad tiroidea.
- T3 y T4: miden diferentes hormonas tiroideas.
- TSI: mide la inmunoglobulina estimulante de la tiroides.
- Prueba de anticuerpos antitiroideos: mide los anticuerpos (marcadores en la sangre).
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Las pruebas por imágenes incluyen tomografías computarizadas, ultrasonido y pruebas de medicina nuclear. Un tipo de prueba de medicina nuclear es la gammagrafía de tiroides. Esta utiliza pequeñas cantidades de material radioactivo para crear una imagen de la tiroides, mostrando su tamaño, forma y posición. Puede ayudar a encontrar la causa del hipertiroidismo y detectar nódulos tiroideos (bultos en la tiroides). Otro examen nuclear es la prueba de captación de yodo radiactivo o prueba de captación de la tiroides, la cual comprueba qué tan bien está funcionando la glándula y permite encontrar la causa del hipertiroidismo.
Si deseas saber más sobre las pruebas que miden la función de la tiroides, consulta a tu médico.