El síndrome de fatiga crónica (SFC) se caracteriza por la presencia de fatiga física y mental intensa, debilitante y grave. Los síntomas de este síndrome pueden variar ampliamente según la persona y la gravedad de la afección.
El síntoma más común es una fatiga lo suficientemente severa como para interferir con las actividades diarias.
Para que se diagnostique el SFC, debe haber una reducción significativa de la capacidad para realizar tus actividades diarias habituales a causa de la fatiga, y debe durar al menos 6 meses. Asimismo, no debe ser curable con reposo en cama.
También experimentarás fatiga extrema después de las actividades físicas o mentales, lo que se conoce como malestar post-esfuerzo (MPE). Esto puede durar más de 24 horas después de realizar una actividad.
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El SFC también suele caracterizarse por causar problemas para dormir, como por ejemplo:
- Sentir que no descansaste después de una noche de sueño
- Insomnio crónico
- Otros trastornos del sueño
Asimismo, puedes experimentar lo siguiente:
- Pérdida de memoria
- Concentración reducida
- Intolerancia ortostática [pasar de estar acostado(a) o sentado(a) a estar de pie hace que te sientas con mareos o que te desmayes]
Los síntomas físicos del SFC pueden incluir:
- Dolor muscular
- Dolores de cabeza frecuentes
- Dolor multiarticular sin enrojecimiento ni hinchazón
- Dolor de garganta frecuente
- Ganglios linfáticos sensibles e hinchados en el cuello y las axilas
Cabe mencionar que el SFC afecta a algunas personas en ciclos, con períodos en donde se sienten peor y luego mejor.
A veces, los síntomas incluso pueden desaparecer por completo, lo que se conoce como remisión. Sin embargo, todavía es posible que los síntomas reaparezcan más tarde, lo que se conoce como recaída.
Dicho ciclo de remisión y recaída puede dificultar el control de los síntomas, pero es posible.
Si tienes más dudas respecto a este tema, consulta a tu médico.
Fuente: Healthline