De acuerdo con la Clínica Cleveland, la formación de depósitos de calcio ocurre cuando sufres una acumulación de exceso de calcio en tu cuerpo.
Existen muchos tipos distintos de depósitos de calcio, y se pueden formar en muchos lugares diferentes de tu organismo. Dos de ellos son la piel y los dientes.
Piel
Los depósitos de calcio en la piel se denominan calcinosis cutis. Los depósitos de calcio en las yemas de los dedos son los más comunes, pero pueden aparecer en la cara, incluyendo los párpados. También pueden formarse en las articulaciones, como los codos y las rodillas.
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Los depósitos de calcio debajo de la piel se aprecian como bultos firmes de color blanco o amarillo. Las protuberancias pueden ser de diferentes tamaños y, en ocasiones, aparecen en grupos. Al principio, podrás notar enrojecimiento o picazón en la piel, pero la mayoría de las personas no desarrolla ningún síntoma antes de que aparezcan los depósitos de calcio.
Dientes
Tus dientes necesitan calcio para producir un esmalte saludable. El esmalte ayuda a proteger los dientes, pero a veces se pueden formar depósitos excesivos de calcio en los dientes. Tales depósitos pueden acumularse alrededor de las raíces dentales y en la pulpa dental. Recuerda que la pulpa se encuentra en medio de tu diente.
Los depósitos de calcio en dientes pueden presentarse debido a accidentes o lesiones dentales. Asimismo, pueden ser un indicador de un problema de salud, como cálculos renales. Un trastorno genético raro, llamado calcinosis tumoral hiperfosfatémica familiar, también puede dar lugar a depósitos de calcio. Dicho trastorno provoca altos niveles de fosfato y de calcificación en tu cuerpo.
Fuente: Cleveland Clinic