Ya sea por una afección médica, una infección o una lesión, tener a un bebé o niño pequeño enfermo genera preocupación respecto a su seguridad y comodidad.
Por lo anterior, te recomendamos probar las siguientes medidas de comodidad si tu bebé o niño pequeño está enfermo en casa:
- Quédate con tu hijo(a) y procura que esté cómodo(a) en una habitación o cuarto adecuado especialmente para él/ella.
- Habla con tu niño(a) y participa en su cuidado. Esto ayudará a que mejore más rápido y tú te sentirás mejor. Asimismo, te sentirás más seguro(a) y cómodo(a) al brindarle cuidados.
- Acomoda a la vista o cerca de tu bebé o niño pequeño objetos y juguetes que le gusten.
- Muéstrale fotos familiares. Colócalas donde tu niño(a) pueda verlas fácilmente. Háblale sobre lo que está sucediendo en casa si no se siente bien o cómodo(a) saliendo de su cuarto.
- Mantén sus hábitos y rutinas habituales en la medida de lo posible.
- Ponte de acuerdo con tu bebé o niño para que usen una palabra especial cuando necesite de tu ayuda.