Los expertos en salud señalan que la piel cambia a medida que envejecemos. Esto porque podemos notar arrugas, manchas de la edad y sequedad con el paso del tiempo. Nuestra piel también se vuelve más delgada y pierde grasa, lo que la hace menos tersa y suave. También puede llevarle más tiempo sanar si sufre alguna herida o lesión.
La luz del sol es una de las principales causas del envejecimiento de la piel. Puedes protegerte manteniéndote alejado(a) del sol cuando su radiación es más fuerte, utilizando protector solar con un FPS (factor de protección solar) de 15 o más, usando ropa protectora y evitando las lámparas solares y las camas de bronceado. El mal hábito de fumar también contribuye a la formación de arrugas. Estas aumentan con la cantidad de cigarrillos y con el número de años que una persona ha fumado.
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Muchos productos afirman revitalizar la piel envejecida o reducir las arrugas, pero la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó solo unos pocos para tratar la piel dañada por el sol o por el envejecimiento. Varios tratamientos controlan la piel seca y reducen la aparición de manchas de la edad.