Alrededor del 10 al 15% de las personas con esclerosis múltiple (EM) padecen esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP).

La EMPP hace que la función del sistema nervioso central (SNC) empeore de manera progresiva. Esto sucede sin episodios de remisión y recaída.

Algunas personas con EMPP pueden experimentar períodos en los que la enfermedad es estable.

Por tal motivo, los médicos añaden modificadores para describir la progresión de la EM. El objetivo es ayudar a una persona a recibir el tratamiento más eficaz.

A continuación describimos dichos modificadores:

  • Activa: una resonancia magnética cerebral muestra lesiones inflamatorias o nuevas y una actividad más amplia de la enfermedad.
  • Inactiva: los síntomas continúan, pero la enfermedad no ocasiona más lesiones.
  • Con progresión: los niveles de discapacidad aumentan y los síntomas de una persona empeoran.
  • Sin progresión: la enfermedad no causa más discapacidad y los síntomas de la persona son estables.

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En las personas con EM remitente-recurrente (EMRR), los síntomas se desarrollan o empeoran de forma episódica y se alivian o resuelven. En una persona con EMPP, los efectos de la enfermedad se vuelven gradualmente más graves o se desarrollan nuevos síntomas sin períodos de remisión.

La EMPP comienza a una edad mayor que la EMRR, con una diferencia entre ambas de aproximadamente 10 años.

Todos los tipos de EM suelen afectar únicamente al SNC. No obstante, la EMPP causa un tipo distinto de daño. Tiende a ocasionar menos lesiones en el cerebro y más lesiones en la médula espinal que otras formas de EM.

Asimismo, las lesiones de la EMPP tienden a contener menos células inflamatorias. La combinación de dichos factores puede significar que la afección será más difícil de diagnosticar y tratar que los tipos que remiten y recaen.

A diferencia de la EMRR, que afecta a más mujeres que hombres, la EMPP suele afectar a ambos por igual.

 

Fuente: Medical News Today