La pérdida auditiva es algo que debes añadir a la lista de peligros que representan los fuegos artificiales.
Tan solo en Estados Unidos, más de 40 millones de personas tienen algún tipo de pérdida auditiva, y alrededor de 10 millones de esos casos son atribuidos al ruido, así lo indica la Academia Estadounidense de Audiología (AAA).
El ruido de los fuegos artificiales puede alcanzar los 155 decibeles, un nivel más alto que el de un avión a reacción que despega (150 decibeles desde 25 metros de distancia) o un martillo neumático (alrededor de 100 decibeles), señala la academia.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el daño auditivo puede resultar de múltiples exposiciones de por vida o de una sola explosión fuerte. El ruido de más de 120 decibeles puede causar daños inmediatos a la audición.
Cuando se trata de fuegos artificiales, aquellos que se utilizan en las celebraciones caseras representan un riesgo mayor que los de las exhibiciones profesionales, advierte la academia.
«Nunca sostengas un fuego artificial o un petardo, con la intención de arrojarlo antes de que explote», aconseja Angela Shoup, presidenta de la AAA. «Incluso si lo arrojas a tiempo (para evitar lesiones en las manos y la cara), si está cerca de ti cuando explota, tu audición puede dañarse de forma inmediata y permanente».
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Shoup explicó que el oído interno contiene células ciliadas delicadas, que no vuelven a crecer.
«Una vez que estos se dañan por el ruido, el resultado puede ser una pérdida auditiva permanente», apuntó la experta.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) recomiendan el uso de tapones para los oídos u otra protección auditiva cuando estés cerca de fuegos artificiales u otros ruidos fuertes.
«Los niños corren un riesgo particular de pérdida de audición debido a las exhibiciones de fuegos artificiales en los jardines o patios traseros de sus casas, debido a su entusiasmo y curiosidad y al deseo de estar cerca de la actividad», explicó Shoup.
Los signos de pérdida auditiva pueden incluir:
- Audición amortiguada, zumbidos o silbidos en los oídos uno o más días después de la exposición a los fuegos artificiales.
- De repente, tener que subir el volumen de la televisión, la radio o el estéreo mientras otros se quejan de que está demasiado alto.
- Dificultad para comprender el habla y pedirle a las personas que repitan lo que dicen, así como dificultad para conversar por teléfono.
- Incapacidad repentina para escuchar el timbre de la puerta, los grillos, el ladrido de un perro y otros sonidos domésticos.
- Personas que dicen que hablas demasiado alto y dificultad para entender el habla cuando hay ruido de fondo.
Fuente: Health Day News