Las tareas del hogar pueden parecer abrumadoras, y más si padeces esclerosis múltiple, pero no es necesario que las hagas todas a la vez.
Puedes dividir las tareas para que sean más manejables. Por ejemplo, haz un cronograma razonable para las reparaciones y los recados del hogar, como limpiar el jardín y reemplazar componentes de algún sistema de la casa, de modo que se realicen durante varias semanas en lugar de un fin de semana.
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Puedes intentar limpiar una habitación al día o dividirla en segmentos de tiempo más pequeños a lo largo del día, con períodos de descanso entre ellos. Con base en tus síntomas, puedes realizar la limpieza por tu cuenta. Pero deberás tomar medidas para evitar lesiones.
Algunas personas planifican las comidas semanales y congelan porciones para usarlas en días posteriores. Puedes utilizar pequeñas herramientas para la cocina que pueden hacer que las tareas ordinarias sean más fáciles y seguras. Por ejemplo, un abridor de frascos puede ayudarte a abrir frascos sellados al vacío. Asimismo y si es necesario, pídele ayuda a un familiar o vecino de confianza.
Fuente: Healthline