Lavarte la piel de la cara dos veces al día es importante para eliminar el sudor, el maquillaje y la contaminación. Busca un limpiador suave sin colorantes, fragancias ni otros ingredientes agresivos. Los jabones fuertes pueden dañar la capa externa de la piel, y los exfoliantes faciales con pequeñas partículas pueden provocar sequedad, erupciones o pigmentación irregular.
Hidratar la piel después de lavarte la cara no previene ni elimina las arrugas ni detiene el proceso de envejecimiento. Sin embargo, usar una crema hidratante después del lavado puede aliviar la piel seca y ayudar a suavizar las arrugas para que sean menos visibles.
Asimismo, puedes cuidar tu piel con una dieta rica en frutas y verduras que contienen antioxidantes como fitoquímicos, ácidos fenólicos y polifenoles que combaten el estrés de los radicales libres relacionados con la edad. Los radicales libres son moléculas altamente reactivas producidas por el metabolismo celular normal que pueden dañar las células. Los antioxidantes los neutralizan.
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Algunos ejemplos de frutas y verduras que promueven la salud de la piel incluyen:
- Bayas
- Cerezas
- Granadas
- Higos
- Sandía
- Tomates
- Zanahorias
- Aguacates
- Col rizada
- Pimientos
Además, algunas cremas y lociones antioxidantes tópicas pueden ayudar a proteger contra las arrugas y el daño solar. Busca aquellas que contengan vitamina A (retinol y retinoides), que ayudan a reparar el daño cutáneo, las líneas de expresión y la piel áspera. También puedes elegir protector solar, cremas antiarrugas y otros productos para el cuidado de la piel que contengan antioxidantes.
Fuente: Very Well Health