De la mano de una alimentación adecuada, el consumo de agua y la hidratación juegan un papel clave en el bienestar. La ingesta de agua es esencial para la homeostasis y la continuación de las funciones metabólicas.

La ingesta adecuada de agua puede variar según la edad, el sexo, el nivel de actividad y las condiciones preexistentes. Las pautas generales recomiendan que los hombres adultos consuman alrededor de 13 tazas de agua y las mujeres adultas alrededor de 9 tazas de agua por día. Para todas las personas, las necesidades de hidratación generalmente aumentan durante y después del ejercicio. Para las mujeres, dicha necesidad aumenta durante el embarazo y la lactancia.

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Muchas empresas de bebidas realizan afirmaciones sensacionalistas sobre la capacidad de sus bebidas para competir con el agua como fuente de hidratación. Todo, desde bebidas endulzadas con electrolitos hasta agua de coco e incluso refrescos, se ha vendido en algún momento como un digno sustituto del agua. No obstante, ten en cuenta que dichas bebidas pueden aportar más electrolitos que el agua corriente y contener calorías innecesarias o azúcares añadidos, así como contener edulcorantes artificiales.

El agua en infusión es una alternativa saludable y sabrosa al agua corriente y las bebidas aromatizadas. Se puede preparar agua dulce en infusión colocando rodajas de cítricos o hierbas en un recipiente con agua y dejando que se disipe el sabor. Este es un método excelente para que los bebedores de agua poco entusiastas hagan que la hidratación sea más factible y adecuada.

 

Fuente: UCLA Health