Los síntomas de la insuficiencia respiratoria dependen de la causa y de los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.
Un nivel bajo de oxígeno sanguíneo puede causar dificultad para respirar y falta de aire (la sensación de que no puedes respirar suficiente aire). Tu piel, labios y uñas también pueden mostrar un color azulado. Un nivel elevado de dióxido de carbono puede provocar respiración acelerada y confusión.
Algunas personas que padecen insuficiencia respiratoria pueden tener mucho sueño o perder el conocimiento. Asimismo, pueden desarrollar arritmia (latidos cardíacos irregulares). Tú puedes manifestar estos síntomas si tu cerebro y tu corazón no reciben suficiente oxígeno.
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Tu proveedor de atención médica diagnosticará la insuficiencia respiratoria en función de:
- Tu historial médico
- Un examen físico, que a menudo incluye:
- Escuchar tus pulmones para comprobar si hay sonidos anormales
- Escuchar tu corazón para comprobar si hay arritmia
- Buscar un color azulado en tu piel, labios y uñas
- Pruebas diagnósticas, como por ejemplo:
- Pulsioximetría, un pequeño sensor que utiliza una luz para medir cuánto oxígeno hay en la sangre. El sensor se coloca en la punta de tu dedo o en tu oreja.
- Prueba de gases en sangre arterial, una prueba que mide los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en tu sangre. La muestra de sangre se toma de una arteria, generalmente en la muñeca.
Una vez que te diagnostiquen insuficiencia respiratoria, tu médico buscará la causa. Las pruebas para esto suelen incluir una radiografía de tórax. Si tu doctor cree que puedes tener arritmia debido a la insuficiencia respiratoria, quizás te hagan un electrocardiograma, una prueba simple e indolora que detecta y registra la actividad eléctrica de tu corazón.
